¿Quien era Pierre Bienvenu?
Este hombre carismático vino al mundo en plena Revolución Francesa, en 1793 en Burdeos (Francia). Las grandes dificultades sociales y económicas afectaron también al hogar de los Noailles. De niño era muy sensible e intuitivo, pero su adolescencia fue difícil y frecuentó diversiones superficiales.
Luego vino un periodo de confusión y preocupación que le llevó a descubrir la fe. Dios entró en su vida y se convirtió en el centro de su existencia, conduciéndole a un destino apasionante.
Los primeros pasos de Pedro Bienvenido se orientaron hacia la formación de una Sociedad de amplia base, abierta a hombres y mujeres de toda condición y con diferentes vocaciones en la Iglesia, para anunciar y construir la gran familia de los hijos de Dios.
Ordenado sacerdote, comenzó su misión en la parroquia de Sainte-Eulalie - Burdeos. Su celo apostólico, su amor a los pobres y su profunda experiencia de Dios hicieron de él un verdadero pastor.
La vasta Asociación concebida en el Seminario comenzó en 1820, lo que hubiera sido imposible sin el apoyo divino. Allí comenzó el largo y penoso proceso en el que la pequeña semilla se convertiría en un árbol sombrío. Las ramas: religiosas, seculares, laicas y sacerdotales se fortalecieron y consolidaron. Así se convirtió en fundador de la Asociación de la Sagrada Familia, para recordar a todos sus miembros que Jesús, María y José deben ser sus modelos.
Durante 40 años, el padre Noailles fue el único responsable de la Sagrada Familia. Como fundador y padre espiritual, consolidó la obra que había iniciado. Su profunda espiritualidad, su sabio liderazgo y la solidez de sus principios fueron inestimables para mantener el rumbo de la Sagrada Familia en una sociedad inestable y problemática.
Cuando murió en 1861, la Sagrada Familia no fue la única en lamentar su pérdida. Una ola de simpatía, amistad y veneración recorrió Burdeos.
El 8 de febrero de 1988, la Iglesia confirmó la santidad de su vida declarándole Venerable, primer paso hacia la beatificación.
(Ref. libro UNA VIDA de Miguel Ángel ALVAREZ)
Como herederos y continuadores de su carisma, damos gracias por el don de su vida.
Ana María Alcalde
Superiora General