Nuestra Señora de Todas Las Gracias

La Madre Bonnat nos dice que, aunque Nuestro Buen Padre se dirigió a la Virgen con varios títulos, los resumió todos en el de "Nuestra Señora de Todas las Gracias".

Conoció a la Virgen bajo esta advocación en el seminario de Saint-Sulpice, en Issy, donde en el recinto, hay una pequeña capilla dedicada a Nuestra Señora de Todas las Gracias.  Ésta habría sido la primera estatua de Nuestra Señora de Todas las Gracias que conoció el Fundador.  La Virgen está sentada presentando a Jesús.  Él de pie sobre sus rodillas.

El Fundador escribió sus Reglas para los distintos grupos de la Sagrada Familia frente a la estatua de Nuestra Señora de todas las Gracias, en la gruta de la isla de Martillac, deteniéndose con frecuencia para pedirle que le guiara.

Luego, cuando estaba demasiado enfermo para ir a la isla, mandó hacer una réplica de esa estatua para su habitación, así podía continuar trabajando en su presencia. Se puede decir que la estatua de la gruta no es Nuestra Señora de Todas las Gracias.  Pero lo es.   La Virgen  siempre fue Nuestra Señora de Todas las Gracias para el Padre Noailles, sin importarle el aspecto de la estatua.  De hecho, cuando la isla fue bendecida por primera vez el 12 de junio de 1844, (por eso el 12 de junio es para nosotras una fecha especia), esa era la estatua que había.  Fue más tarde, cuando nuestro Fundador pensó que sería bueno tener una estatua especial de Nuestra Señora de Todas las Gracias para la Asociación. Así que un día, cuando estaba en Martillac, preguntó a las hermanas qué tipo de estatua querían: con el bebé o sin el bebé, como la Inmaculada Concepción.  Entre el grupo al que preguntó estaban Suzanne Machet, (Madre Chantal) y Virginia Machet.  (Madre Eugène de Saint-Pierre), madre e hija, que se habían convertido en Hermanas de la Sagrada Familia. La madre dijo que le gustaría una estatua sin el bebé. Virginia se indignó bastante y dijo que, como madre, ella más que nadie, debía optar por una estatua con el bebé diciendo que ella y su hermana Pauline, (Madre Gonzague de Marie), sus hijas, estaban allí para recordarle lo importantes que son los niños.  Según nos cuentan, el padre Noailles, se rio mucho. Así, tenemos nuestra estatua especial de la Virgen con el bebé. Él nos invita a mirar a su madre mientras que ella nos presenta a su Hijo. 

El Buen Padre nos recomienda hacer lo mismo que él, resumir todos los títulos de Nuestra Señora en este.  Él dice:

“Es muy bueno y muy ventajoso invocar a María nuestra santísima Madre bajo sus diferentes títulos, pero es un deber para los miembros de la Sagrada Familia,  propagar, por lo que hacen y lo que dicen, la confianza en María bajo el nombre de Nuestra Señora de Todas las Gracias. “

Nuestro Fundador no entró en ninguna explicación teológica complicada sobre lo que quiso decir con el título de Nuestra Señora de Todas las Gracias.   Para él, ella era simplemente una madre maravillosa a la que acudía cuando necesitaba algo, y ella se lo conseguía.

Él nos anima a pedir su ayuda ante Dios en todas las circunstancias de nuestras vidas y, especialmente en todas las buenas obras que emprendemos para la gloria de Dios en Jesús, María y José. De hecho, usó el evangelio de la Misa de la Fiesta—la Fiesta de Bodas de Caná—para ilustrar la forma en que María le pide a Jesús lo que necesitamos, y lo obtiene.

Una de las cosas que dijo en esa homilía es que el poder de María, en la fiesta de bodas,  es la imagen del poder que tiene hoy en el cielo.   Dijo, que a menudo le pedía a Nuestra Señora que renovara el milagro que obtuvo de su Hijo en Caná; que así como convirtió el agua en vino convierta nuestros corazones díscolos en corazones que arden de amor por él y por ella.

Áine Hayde

Britain & Ireland