“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los habitantes del país de las sombras ha despuntado la luz”. (Is 9, 2)
“No temáis, pues os anuncio una gran alegría que lo será para todo el pueblo: os ha nacido un Salvador, que es el Cristo Señor… Esto o s servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales recostado en un pesebre.” (Lc 2, 10-12)
“Acercaos, hermanos, al Niño en el pesebre; allí encontraréis vuestro modelo... el Salvador tiene una predilección especial por los pobres. Fue la herencia que dio a María y a José y la escogió para sí mismo… Ahí está el camino de la salvación”. (Sermón del día de Navidad. P. B. Noailles)
Navidad es el Misterio de la proximidad de Dios que nos invita a acoger la luz y a ir a su encuentro en un clima de alegría y confianza.
En Navidad proclamamos con alegría que el Verbo se hizo carne y vino a habitar entre nosotros. Creemos que Dios habita en cada ser humano y en todo el Universo. Él es el Emmanuel, Dios-con-nosotros para siempre.
Actualmente el mundo, está envuelto y camina en tinieblas por los muchos conflictos y sufrimientos provocado por nuestras contradicciones. En medio de las incertidumbres, brilla una LUZ que jamás se apagará. Esta Luz es Jesús que camina con nosotros y que abraza toda la realidad humana y cósmica.
Existen alternativas para construir un futuro diferente, aunque las transformaciones sean lentas y a veces nos parezcan casi imposibles. Agarrémonos a la esperanza cristiana y mantengámonos despiertos y comprometidos con el Proyecto de Dios para la Humanidad: hacer de toda una sola familia.
Vayamos hasta Belén y contemplemos junto a María, José y los pastores al Enmanuel. Ellos creyeron en las Promesas, aunque solo viesen a un recién nacido envuelto en pañales.
Que la Luz del Enmanuel encamine nuestros pasos por caminos de paz y reconciliación en 2023.
A todos feliz Navidad y feliz fiesta de la Sagrada Familia.
Ana María Alcalde