VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Datos y cifras
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La violencia contra la mujer constituye un importante problema de salud pública y una violación de los derechos humanos.
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La falta de acceso a la educación y a oportunidades y el bajo estatus social en la comunidad son factores relacionados con la violencia contra la mujer.
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La violencia de pareja es una de las formas más comunes de violencia contra la mujer.
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Muchos problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva y de salud materna se deben a la violencia contra la mujer.
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Muchas mujeres no buscan ayuda ni informan sobre sus experiencias cuando son víctimas de la violencia.
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs239/es/index.html
ACCIÓN EN FAVOR DE LAS MUJERES:
PREJUICIO DE ESPERANZA
Ir al encuentro de las prostitutas constituye el movimiento del “NIDO” (movimiento de ayuda a las prostitutas) creer está en la base de su reflexión y acción.
María José, como miembro de la delegación de Burdeos, participa desde hace 5 años en la acción de este centro: permanencia en la acogida y encontrar a estas personas en sus lugares de prostitución.
He aquí algunas convicciones de este movimiento:
Queremos afirmar:
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Que la prostitución constituye una violación permanente de los Derechos Humanos y un abofetear la dignidad y libertad de las personas y que no es ni un mal necesario, ni una fatalidad, ni un oficio. Nadie nace prostituida, cliente o proxeneta
- Que la prostitución es una explotación del sufrimiento individual que revela el mal estar la fragilidad de los pueblos debido a los desequilibrios mundiales.
- Que en un mundo donde la fatalidad de la prostitución es aplastante, el movimiento del “NIDO” encarna el esperar contra toda esperanza, este prejuicio nos invita a creer que el mundo puede transformarse y comprometerse en un proceso de humanización de las estructuras y de la sociedad.
- Que la prostitución es un tráfico del cuerpo humano considerado como objeto sexual y comprado como se compra una mercancía.
Teniendo en cuenta estas convicciones os comparto lo que vivo en este compromiso. Salir al encuentro de personas que se prostituyen, por la tarde o por la noche en los lugares de prostitución me invita a tener el cuidado de vestir mi corazón relacionarme con ellas como personas, para transmitirles la mirada amante de Jesucristo, testimoniarles respeto, estima, y en esto me siento ayudada por el apoyo de la oración de la comunidad.
Cuando salimos vamos siempre dos y les abordamos diciéndoles sencillamente nuestro nombre y quien somos. En general nos acogen bien, nos dicen su nombre, y cual es su origen, y cuanto tiempo hace que están ahí, y nosotras acogemos lo que nos dicen.
Actualmente encontramos un gran obstáculo, el de la lengua, porque la mayor parte proceden de África, de Sierra Leona, Nigeria, donde se habla inglés, de Camerún y de los países del Este: Bulgaria, Albania…
Haciendo excepción de las del Camerún que tiene alrededor de 40 o 50 años y de dos o tres francesas que están en camiones esperando a los clientes, las demás son jóvenes. Nos sentimos muy desprovistas frente a ellas para ayudarles a salir de ese infierno, les invitamos a pasar por el centro pero no vienen, nos dicen que querrían hacer otra cosa, pero que son prisioneras de toda una red.
Están en ese lugar hace tres meses después se van a otra ciudad, algunas no saben a donde van. Todas tienen un teléfono portátil que no cesa de llamar cuando estamos con ellas seguro que alguien les está vigilando. Siempre nos acogen bien y agradecen que vengamos a visitarles. Algunas nos dan un abrazo. Este invierno una del Camerún nos hizo subir a su camión para hablar de sus problemas y de las deudas que tenía.
¿Cómo llegan a Francia?
En sus propios países donde las condiciones de vida son difíciles, encuentran personas que les proponen un empleo en Europa Occidental donde ganarán 10 veces más. Estas personas hacen el papel de bienhechoras. Hacen todas las gestiones, el viaje, todo eso en la mentira, con papeles falsos, y meten a las personas en las redes de los proxenetas. Esta es la triste historia de cada una. Ninguna escoge la prostitución. Caen en una trampa de la que no pueden salir. A veces una u otra se salvan y recurren a la policía para denunciar al proxeneta, pero es difícil. En este momento estamos llamadas a protegerlas, a encontrarles un centro de acogida.
Este compromiso se vive en total gratuidad, nos acercamos a ellas “con las manos vacías” pero con la voluntad de relacionarnos con ellas con amor y respeto.
Os transmitimos una oración de Martine, dirigida al equipo ,y con ella termino este compartir:
“Por haber visto tu luz, porque diste sentido a mi vida, ¡gracias Señor! Gracias por iluminar toda la tierra, la multitud de tus criaturas; gracias por hacerles ver el final del túnel. Por permitir que no continuemos siendo objetos de provecho y de explotación, por no continuar siendo humilladas, siendo cosas sucias en manos de desequilibrados…
¡Gracias! por perdonarnos el haber ensuciado lo que nos diste de más bello, la vida. ¡Gracias, Señor porque no nos abandonaste; por que pusiste en nuestro camino personas excepcionales para quienes la entrega de sí es algo natural…
¡Gracias, Señor! por haber estado ahí, en nuestras aceras, rechazadas por el mundo pero no por ti. ¡Gracias, Señor! por estas señoras del “Nido” que han tenido la valentía de interpelarnos; el tender una mano es poco y es todo. Gracias a estas personas me he dado cuenta, un día de que tengo un valor, en vez de encerrarme en el desprecio de mi misma…”