“Intercongregaciónes del Norte y Sur de Sri Lanka” es un grupo de 18 religiosos y religiosas que se ha formado con el fin de llevar a cabo un programa para los campos de refugiados de Babunia y Mannar. Empezo a planificarse hacia el 15 – 20 de setiembre del presente año. Lo organizaron RJPR
Hemos recibido esta información de los miembros de un grupo intercongregacional formdo por personas del Norte y del Sur de Sri-Lanka que han visitadola zonna de Babunia y Mannar.
“Intercongregaciónes del Norte y Sur de Sri Lanka” es un grupo de 18 religiosos y religiosas que se ha formado con el fin de llevar a cabo un programa para los campos de refugiados de Babunia y Mannar. Empezo a planificarse hacia el 15 – 20 de setiembre del presente año. Lo organizaron RJPR (religiosos por
la Justicia, Paz y Reconciliación). De hecho, la principal motivación para la organización de este grupo fue, la publicidad que hizo el gobierno, a traves de los medios de comunicación,por la que los habitantes de Vanni, zona controlada por LTTE, se dirigían a BaBuniya (area controlada por el gobierno) y que se estaban preparando lugares donde poder alojarlos.
A su llegada a Babunya dicho grupo se escandalizó al darse cuenta de que e lo que habían oído era mera propaganda. A pesar de todo, divididos en dos grupos, se encaminaron a Vavunya y Mannar donde existen campos de refugiados.
La gente contaba sus propias historias. Un grupo que vivía en un lugar conocido bajo el nombre de Thandikulam en las afueras de BaBunya les decían que su historia, se remonta a 50 años atrás. Fueron expulsados de Colombo, Kandy, Matara y Kegalle durante los disturbios de 1958.
Eventualmente a todos estos IDP ( Gente desplaza en el interior) Les dieron parcelas de tierra para asentarse allí . Lo más triste es que todavía no son propietarios de a esas tierras, ni poseen ningún otro documento que les autorice a ocuparlas. Dado que su propiedad no ha sido reconocida siguen preocupándose por el futuro de sus hijos. Otro grupo de desplazados que están en esta zona han vivido en chozas desde el año 2002.
Los habitantes de Sithamparapuram cuentan historias semejantes. Mientras el grupo de RJPR estaba allí, llegaron dos sacerdotes y una religiosa de Vanni, zona que está bajo los ataques de la artillería y los bombardeos. Todos se conmovieron al escuchar a la hermana. Ella había venido a Vavunya con una furgoneta que había tenido un accidente, en él, gracias a Dios, no hubo ni muertos ni heridos. Antes de que ella saliera, los miembros de la comunidad, tres en total, se agarraron de la mano, y rezaron para que el viaje fuera seguro. Conociendo la situación del país y el viaje espantosos que ella tenía por delante, ante la posibilidad de que no pudieran volver a encontrarse otra vez, surgieron palabras y sentimientos inexplicables. Había crecido la confianza en la providencia de Dios y la confianza mutua.
La visita de los campos de refugiados en la zona de Mannar hizo reflexionar al grupo. Tenían el corazón destrozado al ver las instalaciones de los campos y los nuevos lugares preparados para los desplazados que segían llegando. Gran parte de la gente que vive en estos supuestos campos proceden de la zona de Vanni. Estos campos se parecen más a prisiones abiertas que a casas, están rodeados de alambre de púa. La gente dentro del campo está bajo control militar. No tienen libertad de movimientos. Los sacerdotes, religiosas, y parientes casi nunca consiguen permiso para visitarles. Incluso al grupo se le ha negado el permiso para visitar uno de los campos. No existen palabras para describir las condiciones inhumanas en que vive esta gente. Tienen miedo de que los secuestren incluso dentro del campo. Las preguntas que se plantean este grupo de religiosos Son ¿Quién es responsable de la asistencia social de esta gente? ¿A quién tenemos que ir a pedir justicia?¿No existe ninguna respuesta al llanto de nuestros hermanos y hermanas que sufren?
El Señor Yahwe dice: “He visto la miseria y he oído el llanto de mi pueblo…” Moisés responde a la llamada de Yahwe. Para nosotros, ha llegado el momento de levantarnos y responder como lo hizo Moisés. El Señor está con los que sufren. El Señor sabe lo que significa haber sido desplazado. Está llamando más y más: Moisés… para liberar a nuestro pueblo.