El 19 de marzo de 2022, fiesta de San José, los jóvenes de Sagrada Familia de Burdeos de Montreal, Canadá, fueron al encuentro de nuestros hermanos y hermanas itinerantes.
Nos reunimos en la iglesia y preparamos bolsas con alimentos, artículos de higiene y té caliente. Nuestro párroco, el Padre Andrés, hizo una oración, subrayando la fiesta de San José, custodio de la Sagrada Familia y su amor fraterno a la humanidad. Nos dirigimos hacia las estaciones de metro con maletas y carritos, en busca de los hermanos y hermanas itinerantes, para conversar con ellos y atender a sus necesidades. Sobre todo, para demostrarles que nos preocupamos por ellos y que los amamos. Éramos ocho. Fue una experiencia espiritual extraordinaria, al mismo tiempo que nos dio mucha paz interior y satisfacción ver sus rostros radiantes. - Hermana Doreen Philippiah
Experiencia de las participantes.
Mary Jancy Amalathas: Estoy agradecida de haber participado en esta acción solidaria porque tuve la oportunidad de hacer algo que nunca antes había hecho. Me sentí feliz y emocionada al hablar con gente nueva, conectarme con ella y satisfacer sus necesidades. El momento más emotivo fue cuando nos bendijeron. Sus amables palabras nos ayudaron a seguir prestando ese servicio. En general, disfruté mucho aquel día y tuve una gran experiencia. Estoy contenta de formar parte de esta actividad con mis amigos de Holy Family Youth, Our Lady of Deliverance Church, Tamil Mission.
Mystica Jeyathasan: Hola, hola, tuve una gran experiencia con los más pobres al intercambiar con ellos. En lugar de evitarlos, interactúe con ellos como lo haríamos con cualquier otro miembro de nuestra comunidad. Todo el mundo es humano. Una sonrisa, una palabra amable puede alegrar el día de alguien. Esta experiencia nos anima a hacer más salidas como ésta y ayudar a muchas otras personas que lo necesitan. Todos compramos algo y nos dirigimos a 3 estaciones de metro diferentes. Encontramos mucha gente pobre, gracias a Dios, todos estaban con el corazón abierto y algunos nos contaron lo que habían vivido. Ojalá pudiera hacer más salidas como éstas para adquirir más experiencia.
Jennifer Selathurai: Ayudar a las personas sin hogar ha aumentado mi felicidad y satisfacción. Me hizo darme cuenta de lo bendecida que soy por Dios. Realmente creo que el único significado de la vida es servir a la humanidad tanto como a Dios. Y gracias a esta oportunidad, pude experimentarlo. Este trabajo de caridad también me permitió acercarme a otros jóvenes. Como vivíamos juntos las mismas emociones y convicciones, pudimos compartirlas abiertamente entre nosotros. Ver una sonrisa en los rostros de muchas personas sin hogar nos dio alegría y energía positiva para seguir haciendo este buen trabajo. Estoy dispuesta a repetir este acto de caridad y siempre agradeceré a Dios todas las bendiciones que me ha dado.
Sophia Jeyarajah: Ayudar a los demás me hace feliz. No hay mejor sentimiento en el mundo que poner una sonrisa en el rostro de alguien que lo necesita. Tuve la oportunidad de vivir esta experiencia que me encantó, el 19 de marzo que también era la fiesta de San José. Espero tener otras oportunidades de repetir este tipo de experiencia.
Abarna Athiruban: Cuando reflexiono sobre la actividad caritativa que hicimos todos juntos como jóvenes de la Sagrada Familia, veo que fue realmente interesante. Al principio me pareció un poco difícil. Pero cuando empezamos a reunirnos con personas necesitadas en las estaciones de metro, me sentí verdaderamente bendecida. Ayudar a los pobres en sus necesidades me proporcionó una gran satisfacción. Además, ver una gran sonrisa en su rostro me hizo aún más feliz. Esta experiencia particular me permitió aprender una cosa buena, como dijo Jesús: "Da a quien que te pida, sin importarte la apariencia de la persona". Al final del día, tenía una gran paz en mi corazón, porque había ayudado a alguien y lo había hecho feliz. Para concluir, esta experiencia fue algo nuevo para mí y estoy pensando en hacer este tipo de cosas nuevamente.