En esta fiesta de la Trinidad cuando nuestro Dios, que es Relación, nos invita a profundizar en la unidad de amor, le agradecemos su amor que tantas veces hemos experimentado en nuestro camino personal y en el de la Sagrada Familia.
Recordando la memoria de nuestros comienzos hoy celebramos la fiesta del amor de Dios creador, Amor encarnado en Jesús y el Espíritu que continua viviendo con nosotros y transformando nuestra vida.
El Domingo de la Trinidad, es para la Sagrada Familia un día de alegría, de agradecimiento a Dios y a nuestro Fundador, por el don que nos dejó, en los comienzos de la Sagrada Familia.
“Era el 27 de mayo de 1820 vigilia de la festividad de la Santísima Trinidad las tres jóvenes empezaron a vivir juntas en el alojamiento elegido para ellas, un apartamento de tres habitaciones. El Domingo de Trinidad comenzaron un Retiro de ocho días dirigido por el Fundador y durante este retiro, recibieron una gracia especial, una llamada de Dios, que nunca falla a los que le escuchan … Ellas deseaban buscar a Solo Dios…El heroísmo de estas tres mujeres, que desconocían su futuro, y su destino, la sencillez de su fe en el seguimiento de la estrella que había brillado en sus horas de oscuridad e incertidumbre; dirigidas bajo el impulso de un sacerdote que también buscaba la gloria de Solo Dios - plantó en el campo de la Iglesia, el árbol de la Sagrada Familia que un día, tendría numerosas ramas ".
Marie-Bernard Flanagan: (“Un hombre bueno pasó por aquí”)