NUESTRA SENORA DE TODAS LAS GRACIAS

Es un hecho muy conocido que el Padre Noailles tenía una gran devoción a nuestra Señora. Decía: “yo la quiero como un hijo a su madre.” La veía por todas partes y, si no supiéramos cuán grande era su devoción por ella, estaríamos asombrados al ver tantas imágenes a su alrededor”, decía la Madre Bonnat que “aunque se dirigió a María bajo diferentes títulos, resumió todos ellos en el título de "Nuestra Señora de Todas las Gracias."

NUESTRA SENORA DE TODAS LAS GRACIAS 

 

Es un hecho muy conocido que el Padre Noailles tenía una gran devoción a nuestra Señora.  Decía: “yo la quiero como un hijo a su madre.” La veía por todas partes y, si no supiéramos cuán grande era su devoción por ella, estaríamos asombrados al ver tantas imágenes a su alrededor”,  decía la Madre Bonnat que “aunque se dirigió a María bajo diferentes títulos, resumió todos ellos en el título de "Nuestra Señora de Todas las Gracias."

 

Nuestro Fundador  tuvo al menos tres experiencias muy profundas de la Virgen, incluso antes de ser ordenado, y sabemos que ella siguió obteniéndole gracias durante toda su vida.

 

Formando parte de la regla de vida que escribió  antes de dejar el Seminario de San Sulpicio en 1819, compuso una oración  en la que se dirigía a la Virgen diciendo: “María, Madre amable, todos los favores que he recibido de tu Hijo los debo a tu intercesión, de la que soy tan indigno…” todo esto nos muestra que la trataba como persona a quien le pedía favores y ella se los obtenía

 

El Padre Noailles nos recomienda hacer lo que hizo él, resumir todos los títulos de la Virgen en uno, dice:

 

“Es bueno invocar a María  bajo diferentes advocaciones, pero también es un deber, para los miembros de la Sagrada Familia, propagar con el ejemplo y la palabra, la confianza en María bajo el nombre de Nuestra Señora de Todas las Gracias”

 

Escribió sus reglas frente a la imagen de Nuestra Señora de Todas las Gracias, en la Isla de Martillac deteniéndose con frecuencia para pedirle que le guiara. Virginia Machet nos dice que a menudo pasaba horas rezando frente a la imagen de Nuestra Señora de Todas las Gracias en la gruta.

 

Cuando estaba  demasiado enfermo para ir a la isla tenía una réplica de la estatua en  su habitación para seguir trabajando en su presencia. Podríamos  pensar que la estatua que hay en la gruta no es la de Nuestra Señora de Todas las Gracias, pero lo es. Nuestra Señora siempre era Nuestra Señora de Todas las Gracias para el Padre Noailles .  De hecho la primera imagen de la Virgen de Todas las Gracias que conoció estaba en la capilla de Nuestra Señora de Todas las Gracias del seminario de San Sulpicio en Issy. Allí  nuestra Señora está sentada y el Niño Jesús de pie sobre sus rodillas.

 

Cuando se bendijo la isla el 12 de junio, por eso la Sagrada Familia celebra la fiesta en esta fecha, en 1844, la imagen de Nuestra Señora de Todas las Gracias era la de la gruta. Y más tarde nuestro Fundador creyó conveniente tener una imagen especial de Nuestra Señora de Todas las Gracias para la Asociación. Entonces un día que estaba en Martillac les preguntó a las Hermanas qué tipo de imagen les gustaría, con el niño o sin él. Entre las que estaban en el grupo pidió también parecer a Suzanne y a Virginia Machet, una madre y una hija que eran hermanas de la Sagrada Familia. La madre dijo que le gustaría una imagen sin niño. La hija, estaba muy indignada, y dijo que todas las personas debían saber lo importante que es tener un bebé. El Padre Noailles soltó una gran carcajada, por eso tenemos nuestra propia estatua de la Virgen con el Niño, que nos invita a mirar a la madre que nos presenta a su Hijo.

 

 

Nuestra Señora                                   Nuestra Señora

de Todas las Gracias                             de Todas las Gracias

Issy                                                      la  gruta

 

Nuestro Fundador no entró en explicaciones teológicas complicadas sobre lo que quería decir con el título de Nuestra Señora de Todas las Gracias. Para él, María era siempre una Madre maravillosa a la que acudía cuando necesitaba algo, y ella se lo conseguía. Él nos anima a pedir ayuda a Dios, por su intercesión,  en toda circunstancia, y especialmente en todas las buenas obras que llevamos a cabo para gloria de Dios en Jesús, María y José.

 

El Padre Noailles utilizó el Evangelio de las bodas de Caná,   para ayudarnos a caer en la cuenta de que María le pide a Jesús lo que necesitamos, y lo recibe. Por eso más tarde este evangelio se eligió para la misa de la fiesta. Una de las cosas que dijo en la homilía de ese evangelio es que el poder de María, en esa celebración de las bodas, es el signo del poder que tiene en el cielo. Por lo tanto vayamos con frecuencia a la Virgen, como lo hizo el Padre Noailles, para renovar el milagro que Ella obtuvo de su Hijo en Caná. Del mismo modo que “convirtió el agua en vino puede convertir nuestros corazones rebeldes en corazones llenos de amor por Él y por su Madre.”

 

Áine Hayde

June 2013