Cuando me pidieron que escribiera un artículo sobre Nelson Mandela, mi primera reacción fue: ¿A través de un breve artículo, puedo hacer justicia a este icono mundial, cuyo legado de libertad e igualdad vivirá por mucho tiempo? No creo.
Recuerdo muy bien lo que sucedió el día en que Mandela salió de la cárcel, el 11 de febrero de 1990, después de 27 años de prisión. Joy Smith y el Consejo General estában de visita en Sud África. Y las comunidades de Ciudad del Cabo, Grassy Park y Sea Point estaban reunidas en Sea Point. La SABC (empresa de radiotelevisión estatal de Sudáfrica) transmitía este acontecimiento trascendental y nosotras estábamos sentadas, pegadas a la televisión, unidas al resto del país y al mundo entero, alegrándonos de que se hiciera realidad este momento que esperábamos hace tantos años.
Nelson Mandela salió por la puerta de la cárcel de Victor Verster como hombre libre, de la mano de su esposa, Winnie Madikizela Mandela. Fue recibido con aclamaciones de júbilo y signos de victoria, mientras sonreía y saludaba a tantos hombre y mujeres a quienes durante años se les había negado el acceso a sus palabras y a ningún tipo de relación con él. Nacía una Sudáfrica nueva. El país no podía ser el mismo. Unas horas después de su liberación dirigía unas palabras a las grandes masas reunidas en Ciudad del Cabo, Durbán, Soweto (municipio del Sudoeste de Johannesburgo) que le estaban esperando.
Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio 1918, en el clan Royal Thembu en Mvezo, un pequeño pueblo de Transkei. El primer día de escuela, un profesor le puso el nombre de Nelsón porque el suyo era difícil de pronunciar. Su infancia fue tranquila, se ocupaba del pastoreo del ganado y otras actividades rurales. Jugaba con los niños de su edad. Su padre, que estaba destinado a ser jefe, sirvió como consejero a los jefes tribales. Cuando Nelson tenía 9 años murió su padre y a él le adoptó el jefe Dalindyebo, regente interino del pueblo Thembu. Nelson creció en la corte real thembu. Cuando Dalindyedo quería preparar el matrimonio de él y de su primo se escaparon y se instalaron en Johannesburg.
Nelson Mandela casó tres veces. Su primera esposa fue Evelyn Mase y con ella tuvo 4 hijos, 2 hijos y dos hijas. El matrimonio duró 13 años y terminó en divorcio. Más tarde se casó con Winnie Madikizela, activista política. Tuvieron dos hijas. Este matrimonio también terminó en divorcio. A sus 80 años se casó con Graça Machel, Viuda del difunto presidente de Mozambique, y con ella estuvo hasta su muerte en 2013.
Estudió Derecho en la universidad de Fort Hare y más tarde en la Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo). En 1952 se graduó como abogado e hizo sus prácticas con Oliver Tambo. El bufete de abogados proporcionaba, sin costo o a bajo costo, asistencia legal a los negros que no latenían.
Mandela cuando era joven participó activamente en el movimiento contra el apartheid en Sudáfrica. En 1942 ingresó en el ANC (Congreso Nacional Africano), un movimiento nacional multirracial que se esforzó por lograr un cambio político en el Sur. Durante 20 años se llevaron a cabo, sin violencia, actos pacíficos de desafío al gobierno del apartheid.
Constantemente acosado y perseguido por su campaña contra el apartheid, fue encarcelado en Robben Island en 1964. Allí pasó 17 daños de los 28 que estuvo en la cárcel. También ahí comenzó su camino transformación que le conduciría finalmente emerger como el líder que llevaría a su país hacia la democracia y a la libertad.
Desde la isla de Robben lo trasladaron a la cárcel de Pollsmoor en Ciudad del Cabo. En 1990 fue liberado de la prisión de Victor Vester en Paarl, cerca de Ciudad del Cabo. Durante su tiempo de prisión, Mandela se convirtió en el símbolo de la lucha de los pueblos oprimidos del mundo entero. Cuando nombraron a De Clerk Pesidente de Sudáfrica, abolió la prohibición de las organizaciones políticas negras entre ellas el ANC (Congreso Nacional Africano), un poco después liberaron a Nelson Mandela.
Para sorpresa de todos los Mandela, él salió de la cárcel sin resentimiento hacia sus opresores. En lugar del odio y la venganza eligió el camino del perdón y la defensa de la reconciliación entre razas. Utilizó cada oportunidad, cada circunstancia para negociar la reconciliación, la pasión del pueblo por el deporte para construir la nación, cómo se presenció en la Copa Mundial de Rugby organizada en Sudáfrica en 1995. Convirtió a sus enemigos en aliados. Se dedicó a trabajar para abolir los prejuicios raciales, lograr la vigencia de los derechos humanos y un futuro mejor para todos. Trabajó para reemplazar el régimen del apartheid por una democracia multirracial. .
En 1993 Mandela junto con el Presidente De Klerk, recibió el Premio Nobel de la Paz, por el papel crucial que había desempeñado, tanto en el desmantelamiento del apartheid como en facilitar las negociaciones entre blancos y negros sudafricanos. Trabajo incansablemente para volver a poner a Sudáfrica en el mapa del mundo.
El 27 de abril de 1994 Sudáfrica celebró sus primeras elecciones democráticas. No hay muchos que hayan podido conducir a un país, que estaba al borde de la guerra civil, a la democracia, como lo hizo Mandela . En las elecciones de 1994 Mandela votó por primera vez en su vida. El ANC obtuvo una resonante victoria. Nelson Mandela fue investido como Presidente elegido democráticamente el 10 de mayo a los 77años de edad, con De Clerk como primer Vicepresidente. Fue el primer Presidente negro que gobernó Sudáfrica. Después de un periodo como presidente Mandela entregó las riendas a Thabo Mbeki y se retiró de la política activa. Sin embargo continuó haciendo campaña por la paz a nivel mundial y seguía siendo un negociador y constructor de paz en las zonas de África que estaban en crisis.
Centró sus energías en restituir la dignidad a los niños pobres, esforzándose para que todos tuvieran acceso a la educación, él creía que era la herramienta más segura para efectuar el cambio. También trabajó por la atención básica de la salud y para lograr una vida sana para todos. Recaudó dinero para construir escuelas y clínicas en zonas rurales de Sudáfrica. Se comprometió en la luchas contra el VIH/SIDA. Esta lucha se hizo más personal, cuando su único hijo superviviente murió víctima de esta enfermedad.
Tata Madiba (como el país con cariño lo llamaba) murió en su casa de Johannesburgo el 05 de diciembre 2013 edad 95 años. En su muerte formulamos un deseo: “Hamba Kahle!” (Que te vaya bien…) y se lo deseamos a un hombre que se ha convertido en símbolo internacional de la paz y la tolerancia; uno de los pocos estadistas que han logrado un respeto casi universal; un defensor de la paz y la igualdad, tanto a nivel nacional como a nivel mundial, un hombre que poseía una autoridad moral y un sentido suave, pero firme, de la justicia y la equidad. Descansa en paz Mandela, tu legado sigue vivo.
Cada año, el 18 de julio, se celebra el Día de Mandela. Esta celebración la inspiró el mismo Nelson Mandela en la celebración de su 90 cumpleaños en Hyde Park, Londres en 2008 cuando dijo: “Es hora de que nuevas manos levanten la carga. Ahora está en tus manos.” En honor a este día todos estamos llamados a actuar convencidos de que cada persona tiene el poder de cambiar el mundo. El reto consiste en dedicar 67 minutos de tu tiempo, un minuto por cada año que Mandela dedico al servicio público, a solidarizarnos con la humanidad. Dar y servir, olvidándose de sí mismo, para ayudar a otros y continuar el legado de este “Padre de la Patria”
ALGUNAS CITAS FAMOSAS DE MANDELA
- “Soy fundamentalmente optimista, no sé si por naturaleza o por herencia. Para ser optimista hay que mantener la cabeza apuntando hacia el sol y los pies hacia adelante. Hubo muchos momentos oscuros cuando fue probada mi fe en la humanidad, pero no podía entregarme a la desesperación. De esa manera habría aceptado la derrota y la muerte.”
- “Si se habla a una persona en un idioma que comprenda, todo lo que se le dice va a la cabeza. Si se habla con él/ella en su lengua, lo que se le dice va al corazón.”
- “La educación es el arma más poderosa que se puede usar para cambiar el mundo”
- “Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que vence al miedo ".
- "Todo parece imposible hasta que se hace.”
- “Ser libre no es sólo de deshacerse de las propias cadenas, sino vivir de una manera que respete y potencie la libertad de los demás."
- "El resentimiento es como tomar veneno y tener la esperanza de que va a matar a tus enemigos."
- Odio con intensidad la discriminación racial y todas sus manifestaciones, contra ella que he luchado durante toda mi vida. Lucho ahora, y así lo haré hasta el final de mis días."
Fuente: Varios e Internet
Joy Money