Madre de Dios

Como María empezamos un Nuevo Año lleno de gracia, bendición y esperanza. Como Ella recibimos las mismas bendiciones que Yahveh otorgó a su pueblo, Israel. Por ella hemos sido adoptados como hijos de Dios.

María, Madre de Dios

 


 

Como María empezamos un Nuevo Año lleno de gracia, bendición y esperanza. Como Ella recibimos las mismas bendiciones que Yahveh otorgó a su pueblo, Israel. Por ella hemos sido adoptados como hijos de Dios. Hoy, con María, vamos a reflexionar sobre estas bendiciones y aprender a vivir de ellas. Y, al igual que los pastores, vamos a dar a Dios toda gloria y alabanza por las cosas maravillosas que hemos escuchado y visto.

Este año, María nos inspira vivir una vida llena de gratitud, generosidad, compasión y esperanza para que podamos devolver a Dios, con interés, todos los dones que Él nos ha dado.

No cabe duda de que la devoción a María ofrece la clave de la santidad y la salvación. No hay mejor manera de avanzar rápidamente en la santidad, y de agradar a Dios, que  la devoción a María.

María resume toda la vida cristiana, mostrando un camino de santidad que es la forma de vida, elegida por Cristo mismo.

 

2009 Comentario al Evangelio del día