En el Norte del Camerún, en la parroquia de Mokolo Mboua, se abrió un centro de formación para ciegos y enfermos de la vista, se encarga de niños, niñas y adultos de cualquier religión, desde los 7 años hasta los 35. Es el segundo año que funciona y cuenta con 22 alumnos de 1º y 2º año. Aprenden a leer y escribir con el método Braille y hacen trabajos manuales tales como: cestería, punto, fabricación de sillas…
El Director: Emmanuel, que es ciego, está casado con Angèle, tiene una hija, Stéphanie. Él me dice siempre: “Yo llamo a mi mujer “luz” porque yo tenía la luz en mi cuarto pero nunca la conocí es ella quien la ha encendido cuando ha venido a mi casa”.
Un día me pidieron que diera cursos de religión en el centro pero ¿Cómo hacer…? Era una experiencia totalmente nueva para mí, a pesar de todo me lance a la aventura. Comenzamos por conocernos y yo les pregunté ¿Quién es Dios para nosotros?. Nadie ha visto a Dios, ni los que ven, en ese punto todos estamos al mismo nivel. Sólo podemos imaginarnos a Dios y cada uno ha hecho esta experiencia. Dios es aquel que nos ama, hemos sido creados a su imagen. Vemos con los ojos del corazón. Es nuestro corazón el que debe tener luz para conocer el Amor de Dios. Él nos ama tal y como somos.
Este primer encuentro fue bueno, estuve y estoy maravillada de su inteligencia. Al final del año, cuando hicimos la evaluación, uno de ellos me dijo:
“Hermana, es la primera palabra que permanece en mí, aunque no vea, veo y puedo encontrarme con Dios con los ojos del corazón.”
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Es para mí una experiencia bella y profunda que quedó grabada en mi corazón.
Mary Ranee
Comunidad de Nazaret
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