Este fue el tema de la Asamblea Regional de la CRB (Conferencia de los Religiosos del Brasil) que tuvo lugar en São Paulo el 15/08/2015. Trató el tema Carmen Lucia, laica. Lo hizo con propiedad y nos dio una visión externa de la vida religiosa consagrada, pues se trataba de una laica hablando a religiosos. Carmen es Socióloga, y Profesora. Comenzó diciendo que la vocación es: Elección – Decisión – Acción y que no hay profecía sin mística ni mística sin profecía.
Tomando la encíclica del Papa Francisco “Cuidar de la Casa Común” reforzó la idea de que la misión es tarea de todos y no solo de algunas personas o de un grupo. Es necesario que todas las religiosas se unan para formar un equipo con un plan de acción para la PV (Pastoral Vocacional). Repensar la vida comunitaria como una formación compartida. Los jóvenes buscan lo que da sentido a su vida.
A través de un vídeo nos situó en la realidad socio-política y económica para continuar, desde ahí, su exposición ayudó a la asamblea a entender y percibir la diferencia de clases sociales, donde la riqueza se concentra en las manos de unos pocos y la gran mayoría no tienen nada. En esta última clase se encuentra la juventud. Es necesario identificar “las fronteras” donde la VRC está llamada a realizar un servicio de transformación. Muchas veces la promoción vocacional se preocupa más de las vocaciones para el Instituto, que de la transformación de la sociedad. Para transformar es necesario salir, ir a las fronteras donde está la juventud. Esto supone perder el miedo al joven, perder el miedo, salir de la UTI (Unidad de Terapia Intensiva).
¿Cómo acercarse a los jóvenes? ¿Desde nuestros conceptos, mentalidad tan estructurada...? ¿O desde la juventud y sus necesidades? ¿Nuestro trabajo vocacional tiene como objetivo la transformación de la sociedad, o buscamos vocaciones para mantener nuestras instituciones? ¿Desde dónde
Miramos a la juventud, desde los medios de comunicación o desde el Evangelio?
Hay conceptos que permanecen. ¿Quién ha oído o dicho algo semejante?
“Nuestros adolescentes actuales parecen amar el lujo. Son mal educados, desprecian la autoridad y pasan el tiempo vagando por las plazas… Tienden a ofender a sus padres, monopolizan la conversación cuando están en compañía de otras personas mayores; comen con voracidad y tiranizan a sus maestros.
(Sócrates, Siglo V a. C)
No veo ninguna esperanza para nuestro Pueblo, si depende de la juventud frívola de hoy, porque todos los jóvenes son ciertamente frívolos... Cuando yo era niño nos enseñaban a ser discretos, a respetar a los mayores, pero los jóvenes de hoy son excesivamente sabios y no toleran restricciones”(Hesíodo, Siglo. VIII a. C)
Conseguir más vocaciones es un trabajo lento, lleva de tres a cinco años. Exige seguimiento, acompañamiento de la juventud. Saber en qué mundo vivimos y como queremos servir a este mundo. Es preciso cambiar nuestras estructuras. Jesús lo hizo así. Vivimos en una sociedad “adultocéntrica”. A veces tenemos miedo a las preguntas de los jóvenes, porque cuando el joven pregunta está queriendo saber lo qué es mejor para sí mismo. Para transformar y formar a jóvenes pensantes es necesario cambiar de mentalidad, salir de nuestros esquemas, mirar a la juventud desde sus realidades, vencer miedos y prejuícios y tener un plan de acción.
Elementos necesarios para un plan de acción.
- Escuchar a los jóvenes para hacer los cambios necesarios.
- Formar grupos de jóvenes
- Saber quiénes son hoy los jóvenes
- Tomar en serio a la juventud
- Presentar lo que tenemos que ofrecer
- Tener claro dónde queremos llegar
Hna. Vanda - Red A. Latina