Celebración del Bicentenario en Getafe

Las cuatro comunidades de la diócesis de Getafe, Aranjuez, Fuenlabrada, Getafe, Pinto y los asociados de Getafe, nos hemos unido para celebrar juntos este acontecimiento. La idea surgió con la naturalidad que surge de vivir la comunión, y desde la llamada de nuestro lema del Bicentenario. “Vivimos la comunión, celebramos la Familia” Esta Familia nuestra que está llamada a “Hacer del mundo una sola y única familia, la gran Familia de los hijos de Dios”

Desde esa convicción y desde ese querer, nos reunimos representantes de cada comunidad y de los asociados laicos. Juntos nos planteamos: ¿Qué queremos celebrar juntos y aquí en nuestra diócesis?  ¿Cuándo? ¿Dónde?  ¿Cómo? Y desde ahí fueron surgiendo ideas, propuestas… Siempre bajo el prisma de que queremos hacerlo juntos donde se evidencie nuestro ser Familia de P.B.N.

Queremos Celebrar la vida, tanta vida entregada y tanto bien recibido en la larga historia de la Sagrada Familia y en esta zona sur de Madrid. La ilusión y el poner todo nuestro empeño hasta en los más pequeños detalles nunca nos faltó. Algunos miedos aparecían de vez en cuando, pero “nada pudo detener nuestra carrera”.

En cuanto al dónde, hablamos de la posibilidad de que fuera en el Hospitalillo, el primer lugar donde llegaron las Hermanas a Getafe, allí hay una capilla, pero nos pareció pequeña. La idea de hacerlo en la Catedral primó. La fecha fue elegida: cuando el curso estuviera ya en marcha, pensando en los niños y familias… Y hacer una celebración sencilla y significativa, muy desde nuestro ser S.F. con “nuestra gente” y abierta a todos. Para ello convocar, invitar, hacernos presentes en los medios de comunicación locales (página de la diócesis, Confer, la radio, invitaciones, en las parroquias, en los colegios, nuestro entorno, etc.)

La presencia masiva de asistentes llenaba la catedral, preciosamente ambientada para nuestra celebración.  Las Hermanas de las cuatro comunidades, y otras llegadas de Madrid, Asociados laicos S.F., religiosos y religiosas de muchas congregaciones, profesores, alumnos, antiguos alumnos/as, familias, amigos y diversidad de otras presencias, eran manifestación de la vida sembrada durante tantos años por la Sagrada Familia en Pinto, Aranjuez, Getafe y Fuenlabrada.

Todo se hizo lenguaje en esta entrañable celebración. La procesión de entrada presidida por la cruz y el estandarte de la Sagrada Familia, el cuadro del Fundador, la Palabra… los niños portando pancartas que representaban a los cuatro continentes donde estamos la Sagrada Familia, seguidos de un buen número de sacerdotes y nuestro Obispo que presidió la Eucaristía. El coro de los alumnos de Getafe que con la asamblea cantaba. “una Familia que se quiere”

Momentos significativos fueron:

  • La monición de entrada situando a los presentes en el contexto de la celebración desde el sueño del Buen Padre y unas pinceladas de historia del pasado y del presente aquí en la diócesis de Getafe.
  • La homilía de nuestro Obispo D. Ginés que puso palabras a puntos importantes del Carisma: Ir a Nazaret… el valor de la escucha, la cercanía, el situarnos en el hoy, un hoy parecido al que vivió Pedro Bienvenido Noailles a principios del siglo XIX y le llevó a fundar la Asociación. ¿Y ese toque de testimonio, cuando nos conoció en el Pocico siendo él seminarista…? “¿por qué íbamos a aquella casa? Porque la Hermana Clara sabía escuchar. Desde hace muchos años conozco a la Sagrada Familia.”
  • Las ofrendas: Un centro de flores diversas… signo de nuestro ser Familia. Un árbol pequeño que será plantado en nuestra huerta de Pinto, y con el sueño de que en la tierra y con los cuidados del hoy crecerá… El mundo, símbolo de la universalidad de nuestras presencias y colaboraciones…Y con el pan y el vino presentamos toda la vida.
  • Y lo más significativo: la alegría en los rostros, el silencio hondo, profundo y evocador durante la celebración… reflejo de la comunión y la implicación de todos en lo que estábamos celebrando… qué belleza y qué sencillez.

Al final de la celebración, después de dar gracias a Dios y dar gracias a los asistentes, una invitación a acercarnos al colegio para compartir un chocolate y mucho más… ¡Qué gran gozo el encuentro entre alumnas y profesoras después de años, presentaciones mutuas, reconocer y reconocernos y compartir la alegría de grandes y pequeños…! Todo era y fue una fiesta celebrada y compartida “por medio de la palabra, la presencia y la acción” que tiene una historia de 200 años.

 

¡GLORIA A SOLO DIOS!

Sabina Riaño, comunidad de Fuenlabrada