Son 69 los grupos armados que siguen activos en el este de República Democrática del Congo, en un contexto humanitario fuertemente degradado con 1,6 millones de personas desplazadas. Así lo afirma un comunicado enviado a la Agencia Fides por la Red Paz para el Congo, que cita un reciente informe elaborado por el Grupo de Estudio sobre el Congo (GEC). La presencia de tantos grupos armados se debe a la fragmentación de formaciones más grandes. En 2008, de hecho, los grupos armados presentes en los dos Kivu eran sólo unos veinte. La mayoría de estas milicias son grupos pequeños que comprenden “unos 200 miembros al máximo, generalmente reclutados sobre una base étnica”.
Los grupos armados más fuertes activos en la región son, en su mayoría, extranjeros: las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) de Uganda y las Fuerzas Nacionales de Liberación de Burundi (FNL).
Las FDLR cuentan entre 1.000 y 2.500 miembros. De acuerdo con el GEC, se trata de una gran rebelión, pero “incapaz de llevar a cabo incursiones significativas en Ruanda desde 2001”.
Otro grupo, mucho más pequeño y con menos de 300 - 500 hombres, parece mucho más peligroso: se trata de las ADF de Uganda, una milicia musulmana y en un principio opuesta al presidente de Uganda, Yoweri Museveni. Aunque estos rebeldes presentes en la República Democrática del Congo desde hace más de 20 años, “han abandonado en gran medida su ambición de derrocar al gobierno de Uganda”, sin embargo, son responsables de muchas masacres en la región de Beni (Kivu del Norte): Al menos 600 muertos en octubre 2014.
El general Jean Baillaud, comandante interino de la MONUSCO (Misión de la ONU en la República Democrática del Congo) al ser interrogado sobre la tesis de algunas organizaciones no gubernamentales locales según las cuales el ADF parece haberse fortalecido con reclutas extranjeros y tomado en los últimos meses, una pliega “yihadista”, comenta: “Es una hipótesis que hay que tomar muy en serio. Se debe comprobar. Su número ha aumentado. Tienen armas pesadas, morteros, ametralladoras, una gran cantidad de municiones. No era así hace unos meses. Y esto plantea la cuestión de quienes les abastecen (¿Al Shabaab de Somalia? ¿Los ex miembros de la antigua M23 que huyeron de Kivu a Uganda después de su derrota? ¿Comandantes del mismo ejército congoleño? ...). Para complicar las cosas, los hombres combatientes llevan puestos uniformes de las FARDC, el ejército regular congoleño, y las mujeres combatientes llevan el velo islámico”.