12 de Junio – Nuestra Señora de Todas las Gracias |
1816, San Sulpicio, París. Un joven, lleno de entusiasmo, entrega a Dios su futuro.
La respuesta a esta llamada fue, al mismo tiempo, don a una humanidad empobrecida, con sed de profundos valores, que sufría los conflictos de un momento de transformación.
En el jardín del Seminario de San Sulpicio, en Issy, había una imagen de la Virgen con la advocación de Nuestra Señora de Todas las Gracias y una Capilla dedicada a la Virgen de Loreto. Este lugar fue para Pedro Bienvenido Noailles el ambiente apropiado donde germinó su intuición de crear una Familia que pudiera acoger todas las vocaciones de la Iglesia y responder, dentro de sus posibilidades, a las llamadas urgentes de cada momento.
Pasaron los años, aquel sueño germinaba y crecía, bendecido por el mismo Jesús, que el 3 de febrero de 1822, expresó su aprobación de modo visible en la Eucaristía.
Cerca de Burdeos, hay un oasis de paz: “La Solitude”, Martillac, que ha sido, fue y sigue siendo, desde los primeros años, centro desde donde irradia el impulso de una espiritualidad que se transforma en servicio.
Y en La Solitude, hay una Isla, un oasis de oración, descanso, con una Capilla dedicada a Nuestra Señora de Todas las Gracias, jalón en un camino interior que lleva a Solo Dios.
Ya el 2 de octubre de 1838 Mons. Donnet, Arzobispo de Burdeos, Mons Montblanc, Arzobispo de Tours, numerosos sacerdotes y autoridades, fueron a pie, como peregrinos a la Isla. Pero en 1844, Monseñor Donnet, que siempre se interesó mucho por la Familia de Pedro Bienvenido Noailles, hizo de nuevo la Peregrinación a la Isla de Nuestra Señora de Todas las Gracias, precisamente el 12 de junio. Fecha que, desde los primeros años, evoca momentos significativos de gratitud a Jesús que, con María y José, nos ofrece su Familia Sagrada como don inapreciable.
Respondiendo a un deseo expresado de múltiples formas y a una tradición, desde nuestros inicios, se presentó una solicitud al Vaticano (Congregación del Culto Divino) y el 3 de febrero de 2006 recibimos un Indulto, que nos permite celebrar, el 12 de junio la fiesta patronal de Nuestra Señora de Todas las Gracias, con textos litúrgicos propios, como especial protectora de nuestra Familia.
Hoy unidos, en familia, oramos meditando el texto evangélico del día – Jn 2, 1-11 - con las mismas palabras de nuestro Fundador:
“… María, renueva el milagro de las Bodas de Caná y cambia nuestro corazón por otro lleno de amor…”
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