Nueva vida, nueva esperanza...

Una vez más podemos celebramos el año nuevo. Este es un momento propicio para mirar atrás, descubrir cómo ha sido nuestro caminar junto a Dios y a nuestros hermanos, seguramente seguiremos con asuntos pendientes, acciones planificadas, pero no abordadas, sanos propósitos que no hemos cumplido, experiencias marcadas por el dolor y la perdida. También situaciones gozosas que nos han llenado el corazón y que nos descubren cada día la permanente presencia de Dios en nuestras vidas. Pero también es tiempo de mirar hacia el futuro de seguir soñando, y ponernos en las manos de Dios, Padre amoroso, para seguir apostando por la vida, para seguir profundizando en los valores de nuestro Carisma, como familia de Pedro Bienvenido Noailles, que nos hace enfrentarnos al mañana siempre esperanzados en seguir construyendo comunidades, en las que se viva el mismo espíritu de la Familia de Nazaret buscar a Solo Dios en todas las cosas.

Pero este año que comenzamos es especial, y siguiendo una antigua tradición de la Iglesia, el Papa Francisco nos invita a celebra el Jubileo 2025 que renueva la tradición del pueblo judío y que se recoge el  libro del Levítico (25:10-13),  por la que cada 50 años, hoy cada 25 años, el pueblo de Israel debía celebrar un año de Jubileo, durante el cual se proclamaba la libertad de los esclavos, se devolvían las tierras a sus propietarios originales y se perdonaban las deudas. Este año estaba destinado a restablecer la justicia social y permitir  a la comunidad comenzar un camino nuevo.

En nuestro presente, se trata desvestirnos de todo lo que no nos deja avanzar y recordar la misión que citando al profeta Isaías, el evangelio según san Lucas describe: «El Espíritu del Señor está sobre mí; porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor» (Lc 4,18‑19; cfr. Is 61,1‑2). Estas palabras de Jesús se convirtieron también en acciones de liberación y de conversión en sus encuentros y relaciones cotidianas a las que se nos invita todos a vivir hoy.

Una mirada a nuestro mundo nos permite trazar un escenario de dolor y de  necesidad de dar sentido a la vida, hay muchas grandes preguntas que necesitan una respuesta, el hambre, las guerras “sin sentido”, los desplazados, emigrantes, refugiados,  la violencia contra la mujer, la explotación infantil, el mundo detrás de las rejas,  un sinfín de situación que están cargadas de dolor y de vacío, pero que  también son una oportunidad de redención, liberación y conversión siempre que vivamos a la luz del Evangelio.

Vivamos pues este Espíritu, caminemos desde la maravillosa experiencia de   reconciliación y la conversión, renovemos nuestra fe y acerquémonos de nuevo más al Dios de la vida. Y como familia adentrémonos en esta experiencia Jubilar centrados en la esencia de nuestro carisma, caminando desde nuestra diversidad y complementariedad, abiertos a dar respuesta a los retos de nuestro mundo hoy.

Feliz año nuevo 2025

Feliz año Jubilar

Luis Jesús García-Lomas

Asociado laico, España