ORACIÓN DE MONSEÑOR MAZIERS

 

Padre, tu que eres Dios amando, entregándote, enséñanos a vivir amando, y entregándonos.

Padre tú que eres Dios diciendo eternamente a Aquel que es tu Hijo querido, enséñanos a decir la palabra de amor que hace existir al otro dándole la posibilidad de amar.

Padre que eres Dios olvidándote, contemplando al Hijo querido, enséñanos a olvidarnos, para encontrar nuestra alegría en la mirada del otro.

Padre que sólo sabes amar, cuyo amor  manifiesta tu poder al perdonar, enséñanos a perdonar, a no medir nuestro amor por la acogida que recibe, por los límites que encuentra

Padre, cuya alegría infinita es amar gratuitamente, el primero, sin condición, sin medida, sin límite, haz brotar en nosotros la fuente de la verdadera alegría: la de amar.

Padre que te has revelado por tu Hijo Jesús, haz que acojamos tu rostro, su Palabra, su vida entregada bajo el signo del pan compartido, del vino derramado.

Padre tu engendras al Hijo con la potencia del Espíritu, del Amor, danos el Espíritu, sólo Él puede enseñarnos a decirte “Padre” y vivir como hijos en tu Hijo querido.

Padre, fuente viva de Amor, entra en nuestros corazones, llénalos de la fuerza y la delicadeza del amor a ti y a los hermanos y hermanas que pones en nuestro camino.

Padre, ¡Bendito seas! Ahora y siempre.

Monseñor Marius Maziers