La causa de Pierre Bienvenu Noailles

Un santo no es un ángel, sino un hombre o una mujer, nacido en un país concreto, que vivió en una época determinada, con una historia humana concreta: ¡una persona de carne y hueso, ¡no el fruto de la imaginación popular!

¿Por qué introducir una causa de santidad?

En primer lugar: para ofrecer al mundo entero un modelo, una persona con fama de santidad que ha vivido el amor a Dios y al prójimo de forma única y concreta.

En segundo lugar: para que esta persona, cercana a Dios, sea reconocida como intercesora; para que puede acudir en ayuda de todos los que la invocan.

 

 

Etapas de la causa de Pierre Bienvenu Noailles, fallecido en 1861:

 

1926-28

Proceso informativo ordinario en Burdeos.

Testigos - recopilación de escritos

 

1944 (20 de junio)

Introducción de la Causa en Roma (decreto firmado por Pío XII)

 

1945

Decretos de 'non culto' y 'Fama di santita'.

 

1947-48

Proceso apostólico en Burdeos bajo la presidencia del cardenal Feltin.

 

18 dic. 1947

Reconocimiento de los restos mortales del Siervo de Dios.

 

1950 (12 de septiembre)

Validez del Proceso Apostólico de Burdeos.

La causa se convierte en "romana".

 

1952

Al elaborar el Dossier de las Virtudes surge una dificultad relativa a la juventud disipada del Siervo de Dios, a la fecha de su conversión y a los dos grupos de sacerdotes que lo habían abandonado.

La Causa se retrasa

 

1964

Pablo VI posibilita la reanudación de la Causa mediante un estudio histórico.

 

1973

El primer estudio histórico sobre las virtudes se considera insuficiente

 

1980

Asumido por la Sección Histórica de la Sagrada Congregación.

 

1985

Nuevo Dossier 'Positio' sobre la vida y las virtudes de P.B.Noailles

 

1988

El 8 de febrero, aniversario de la muerte de P.B.N., Juan Pablo II firmó el Decreto sobre la Heroicidad de las Virtudes de P.B.Noailles - es declarado "Venerable"

 

1989

No se aceptó como milagro la gracia de una curación histórica que tuvo lugar en Francia en 1925 - Una voz discrepante.

 

2015

El Consejo de la Familia solicitó la revitalización de la Causa que estaba paralizada desde 1989.  

Se tomó la decisión de apelar la decisión anterior y presentar de nuevo esta gracia. Para abrir un nuevo proceso es necesario presentar la documentación ofreciendo nuevos argumentos e informaciones que justifiquen objetivamente el carácter extraordinario de esta curación en aquel momento.  Actualmente estamos esperando la respuesta de un experto externo, un profesional de la medicina, para volver a presentar la documentación a la Comisión que nombrará el Vaticano y que dará el veredicto final.

 

 

El reconocimiento de un santo, por ejemplo la causa de P.B.Noailles, es un acto de la Iglesia, por la Iglesia, para la Iglesia.

Las beatificaciones, las canonizaciones no son recompensas, sino gracias. No se trata de honrar a P.B. Noailles. Él no buscó honores. No se trata de honrarle a él o a su familia espiritual.

No se trata de aprobar la espiritualidad de nuestro Fundador, esto ya se ha hecho, sino de declararlo modelo e intercesor - Primero, para la Iglesia en la Diócesis de Burdeos y para todos los miembros de la Sagrada Familia (Beatificación). Segundo, para la Iglesia universal (canonización).

La Iglesia ha tenido fe en la Sagrada Familia - Si el objetivo es alabar a Dios, sólo a Dios, para el bien de la Iglesia en la tierra, para hacer el bien a las personas, para ayudarlas en su fe, en sus sufrimientos, en su vida, ¿no podemos suponer que Pierre Bienvenu se alegraría de que muchas personas den gracias a Dios con él, como lo hizo María, diciendo "todas las generaciones me llamarán bienaventurada"?

La vida de Pierre Bienvenu Noailles ya ha sido reconocida como santa, pero para que la Iglesia la presente como modelo e intercesor, todavía es necesario un milagro.

Corresponde a los miembros y amigos de la Sagrada Familia de Burdeos conocer bien a PBN y dar a conocer al futuro santo. Nos corresponde interrogarnos sobre la actualización de nuestros conocimientos, sobre el compromiso de toda la Familia en este empeño. Nos corresponde rezar con confianza, con perseverancia, con gratuidad, "¡por favor, Señor!" por nosotros, por las familias, por los enfermos y por los amigos, por todas las necesidades que sabemos que habrían tocado el corazón del Fundador.

"No tengo plata, ni oro, ni poder de curación, pero lo que tengo lo daré..."