SAN JOSÉ

María fue escogida por Dios para ser la Madre de Jesús el Salvador y por su “SÍ” proclamado con admiración y respeto al Angel Gabriel se cumplieron las profecías. José prometido de María, esperaba esposarla y se dio cuenta de que estaba en cinta. Humanamente esto es inaceptable y vergonzoso.

SAN JOSÉ



 


“Jesús, María y José vivieron en Nazaret una vida sencilla de familia, santificando de ese modo lo ordinario y dándole sentido” (“Un Camino de Vida” Estatutos de los Asociados Laicos)


 


María fue escogida por Dios para ser la Madre de Jesús el Salvador y por su “SÍ” proclamado con admiración y respeto al Angel Gabriel se cumplieron las profecías. José prometido de María, esperaba esposarla y se dio cuenta de que estaba en cinta. Humanamente esto es inaceptable y vergonzoso. Cuando el ángel Gabriel se le apareció y le dijo “No temas, toma a María por esposa, porque lo que se ha concebido en ella es obra del Espíritu Santo” (Mt 1,20), José en " silencio"  dijo el difícil "sí" “en la más pura obediencia en la fe” Romanos 1:05, como escribe Juan Pablo II. Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le dijo: llevó a su esposa a su casa ("Mt 01:24) Este acto de aceptación  hizo de José un instrumento de la obra de Dios  y un actor único en el plan de de la salvación y esto es el comienzo de “la santificación de lo ordinario y le da su pleno sentido.


 


Compartió el valor de la igualdad


La comunidad judía insiste en los valores patriarcales, José, como jefe de la familia, tuvo que asumir la responsabilidad de proteger y sustentar Jesús y María y trabajó como un humilde carpintero.  Es justo que se le reconozca como "modelo de los trabajadores" porque dignificó el trabajo ordinario. Aunque el cabeza  de la familia era José, él y María vivían la igualdad en la perspectiva correcta. No había uno que fuera más que otro. Se respetaban entre sí y mantenían el respeto mutuo a costa de todo. Todos las reivindicaciones de la igualdad feminista liberadora pueden encontrar una respuesta en  la vida de María y José.


 


Demostró un amor paterno


Un niño espera de sus padres amor en abundancia sin embargo no es  corriente que el amor de un tutor sea el  mismo que el de un padre, pero como leemos en el prefacio de la misa de San José, ( Misal Romano) “fue el servidor fiel y prudente  a quien confiaste la Sagrada Familia; veló, como un padre  por tu hijo único…” (Misal Romano)


 


Durante los largos viajes que la Sagrada Familia tuvo que emprender San José la sostuvo con su cuidado paterno y en colaboración con María aportó mucho, a su manera,  a la construcción del Reino.  En el contexto actual donde millones de personas salen de sus propios países, y se refugian  en otras tierras,  la huida a Egipto para proteger al Niño les consuela, cuando saben que hasta la Sagrada Familia tuvo que sufrir estas dificultades en su vida para experimentar la protección paterna.


 


Defensor de lo vulnerable


José vivió un nuevo aspecto de la vida de familia  cada vez más rara,  debido a los numerosos y frecuentes divorcios, se necesitan personas que se sacrifiquen para construir una relación familiar.


 


Están aumentando las familias a cargo solo de la mujer y abundan los niños “sin padres” que esperan "tutela". ¿Habrá personas como José que puedan dar protección, amor y "hogar" a  estos grupos vulnerables, que creen "un nuevo modo de ser  familia” sin esperar nada a cambio?


 


 Un hombre justo


José era un hombre justo (Mt 1,19) Cuando supo que María había concebido nunca quiso que la sociedad la despreciase y por eso decidió abandonarla en secreto. Esto podría interpretarse como un respetar el derecho de la persona; respetarla como persona y aceptarla tal y como es. Fue un hombre justo, se destacó de los hombres de su tiempo por ser obediente, humilde;  era  justo en sus negocios con otros y con sus clientes. En un tiempo en el que estamos marcados por la corrupción a todos los niveles de las Instituciones del gobierno, José brilla como ejemplo de un hombre de manos limpias, corazón puro y espíritu firme.


 


Constructor de relaciones entre Dios y la humanidad


“Oculto y desconocido, cercano a  la gente de su pueblo compartiendo con ellos la vida y las preocupaciones diarias  entró en el plan de salvación de Dios para restablecer todas las cosas en el Hijo.” (Un Camino de Vida – art.47).  Es obvio que la Sagrada Familia vivía en medio de la gente común y hacía todo lo posible por apoyarla en los momentos de necesidad, como cuando faltó el vino en las bodas de Caná. Este es un episodio de doble filo; la obediencia del hijo a sus padres prueba como ambos, María y José, habían educado al niño, y como padre y madre percibieron la naturaleza especial y profunda de este niño. En todas las sociedades de hoy existe un malestar por los actos indisciplinados de los niños en especial de los adolescentes y jóvenes que son  como gritos dirigidos a los adultos  para que les entiendan  y comprendan


Sus necesidades. Que cada padre y madre aprendan de  María y José como educar a sus hijos de manera que puedan salvarse a sí mismo y salvar al mundo.


 


José es,  también,  el perfecto discípulo que escucha la voz de Dios que habla en él y le da a conocer sus caminos. Para nuestra sociedad que se está ahogado en los medios de comunicación y en las tecnologías en rápida evolución, José se presenta como el refugio y el  oasis que nos lanza el desafío de dedicar tiempo y espacio para estar en relación con Dios, para hablar de corazón a corazón con Dios, y sentarse a sus pies para escucharlo.


 


El “buscar a Solo Dios en todas las cosas... en lo cotidiano, en  los acontecimientos diarios” del artículo 48 de “Un Camino de Vida” es el “mantra” de la Sagrada Familia de Nazaret –Jesús, María y José- y la verdad de la verdades es que sin José la percepción de Familia y la comprensión de un Dios relacional en sentido humano no hubiera sido posible.


 


Fortaleza para los moribundos


José también es el único intercesor a quien rezamos pidiéndole una 'buena muerte', ¡Oh, qué hermosa era la muerte de San José en manos de María y  de Jesús. ¿Qué mejor regalo puede recibir un padre por su cuidado paternal y la preocupación por  su familia? Vamos a pedir a San José que dirija y guíe con cariño paterno a nuestras familias,  a la Familia de Pedro Bienvenido Noailles y al universo entero. Pidámosle en especial el don de  una buena muerte para que podamos vivir eternamente en Dios. Amen.



Regina Ramalingam