Pasos hacia la paz

John Mpaliza nació en Bukavu, República Democrática del Congo. Es  ingeniero informático. Tiene 45 años y ha vivido en Italia durante 21 años.
Hasta mayo de 2014, trabajó como programador en el municipio de Reggio Emilia, en el norte de Italia. Decidió dejar el trabajo deseando realizar un proyecto mucho más amplio que la satisfacción personal de cubrir sus gastos y ganar un salario a fin de mes. Comenzó a “caminar” por la paz en la República Democrática del Congo, en particular, y en el mundo entero, 'Peace Walking Man'.

John es un activista enérgico, con objetivos muy ambiciosos. Es consciente de que caminar por la paz significa sufrir física, moral y psicológicamente; independientemente del calor, el frío, la lluvia o la nieve. Es muy significativo para él seguir caminando aunque no tenga dinero o esté cansado porque lo que busca es llegar a su destino. En su camino, conoce  personas a quienes les gusta escuchar este mensaje de paz o que se asocian con él. John hace 35/45 km al día.

¿Cuál es su objetivo?

John quiere educar para la paz. Nos dice: "Empecé a sensibilizar al público sobre la tragedia del pueblo congoleño: un país muy rico, pero la gente se está muriendo por la miseria". Congo-Kinshasa es un país rico en agua dulce, su tierra es fértil, con una biodiversidad única. Un país que podría considerarse una "maravilla" por la riqueza de su subsuelo: oro, cobalto, diamantes, estaño, etc.

La falta de atención de los medios de comunicación de la República Democrática del Congo, ha impulsado a John a iniciar este camino para sensibilizar también a los medios, a los inversores y a los políticos. Después de visitar Canadá en 2009, John decía: "Me sentí atormentado por lo que vi y escuché. Entonces, decidí ya no guardar silencio. Perdí a muchos amigos durante las guerras. Hay 8 millones de congoleños que han muerto, alrededor de 4 millones de mujeres están siendo maltratadas, y nadie  piensa hacer algo al respecto. Yo no quería formar parte de ese silencio que mata”.

 Los problemas del Congo en el contexto africano son también los problemas de otras naciones que sufren de tiranía y explotación por parte de las multinacionales y de los países industrializados, a menudo con la complicidad de los líderes locales, que hábilmente han seleccionado y se han impuesto. El hecho de hablar sobre los problemas diarios de estos países, de mi Congo, creo que puede ayudar a ver las injusticias que les rodean, con la esperanza de que, en un futuro, el Congo y África puedan resurgir.

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John camina pacíficamente con modestia y alegría. Dice también: "Me gusta pensar que la manera de llevar un mensaje de paz a todas las personas que encuentro en mi camino, es explicar que, a pesar de toda la corrupción, las guerras, el hambre, la injusticia que conocemos o vivimos cotidianamente, el mundo no está condenado. Estoy convencido de que, trabajando por la paz, podemos vivir en un mundo socialmente justo”.

Han pasado cuatro años desde que John comenzó a caminar por la paz de la República Democrática del Congo y de todo el mundo. Vive con lo estrictamente necesario, pensando en los miles de personas que sufren en el mundo y en su país de origen.

Esta marcha está estimulada por el sufrimiento de las personas, de un pueblo, y su falta de democracia.

En 2016, durante un mes, John caminó por Italia (Reggio Emilia, donde vive) y  Bélgica (Bruselas) para denunciar a la Unión Europea, la matanza de Beni (en el Este del Congo), en particular y la alarmante situación en toda la República Democrática del Congo.

Este año, del 1 al 29 de octubre de 2017, John Mpaliza caminó desde Reggio Emilia (norte de Italia) hasta Roma para decirle al mundo que la situación está empeorando en la República Democrática del Congo. La última semana de esta marcha (del 23 al 29 de octubre), organizó muchas actividades: conferencias, testimonios y, por supuesto, continuó caminando. De acuerdo con su espíritu, estas actividades siempre están abiertas a todas las personas de buena voluntad.

Yo me uní, durante dos días: primero en la marcha del viernes 27 de octubre. Caminamos de 15,00 a 17,00 horas (desde la Piazza del Popolo al Vaticano (a la entrada de la Plaza de San Pedro) acompañados por la policía italiana para mayor seguridad. Durante el camino íbamos cantando himnos de nuestro país en diferentes idiomas nacionales, para expresar nuestra compasión por nuestra gente. Me recordó el Salmo 136. “En los ríos de Babilonia nos sentamos para llorar, acordándonos de Sion…” Las canciones iban acompañadas por la guitarra.

El domingo, último día del programa, fui con el grupo a la Plaza de San Pedro para el Ángelus del Papa. Con banderas de la República Democrática del Congo y tiras sobre las que estaba escrito: "Paz - Pace" John  quería decir al mundo y a la Iglesia que es urgente una solución rápida para la crisis del Congo.

Queridos hermanos y hermanas, gracias por orar por la alarmante situación de la República Democrática del Congo.

El 23 de este mes, a las 17,30 h, en la Basílica de San Pedro, el Papa orará por Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.

Marie-Pierre, Comunidad local, C. General