LA SELVA TROPICAL DE ÁFRICA CENTRAL

África ocupa más o menos las ¾ partes de las regiones tropicales del mundo. Debido a su vegetación es un importante océano verde; el continente está compuesto de selvas, de sabanas pobladas de árboles, de sabanas con hierba, y de estepas. La selva tropical de África central es la segunda del mundo después de la Amazonia.

LA SELVA TROPICAL DE ÁFRICA CENTRAL


 



 


África ocupa más o menos las ¾ partes de las regiones tropicales del mundo. Debido a su vegetación es un importante océano verde; el continente está compuesto de selvas, de sabanas  pobladas de árboles, de sabanas con hierba,  y de estepas. La selva tropical de África central es la segunda del mundo después de la Amazonia. Es una selva húmeda, una de las más bellas maravillas de la naturaleza, tiene una superficie de 1.725 Km2, repartida los siguientes países: Camerún, Gabón, Guinea Ecuatorial, R.D. del Congo, República Centroafricana, República del Congo (Brazaville). Dos tercios de esta selva se encuentra en la R.D. del Congo.


 


En la selva tropical africana viven diversas tribus, las más célebres son: Pigmea, Aka, Baka, Twa. En su conjunto constan unos 130.000 á 170.000 miembros. Son pueblos de talla más pequeña que los bantúes. Su pequeña estatura les permite desplazarse fácilmente por la selva. Viven de la caza, de la pesca y de las cosechas. Las mujeres meten lo cosechado en cestas que llevan en la espalda;  los hombres son buenos cazadores. Se curan con plantas medicinales y saben cómo proteger las plantas,  los ecosistemas y los animales.


 


Estos grupos en general son nómadas, se desplazan diferentes veces al año. Su estilo de vida causa un mínimo de daños a la selva porque permite al grupo desplazarse sin explotar demasiado los recursos de la selva. Desgraciadamente desconocen lo que las grandes empresas les reservan. A cambio de los bosques que valen centenas de millones de dólares,  las empresas extranjeras regalan a las comunidades sacos de sal,  cajas de botellas de cerveza, cigarrillos que valen menos de 100 dólares, y les prometen construir escuelas y hospitales. Estas promesas las cumplen raramente, y  se ha sabido que utilizan tácticas de intimidación contra los que intentan protestar.


 


La selva de África Central posee una gran biodiversidad. Se conocen más de 11.000 especies diferentes de vegetales, más de 400 de mamíferos, unas 1.000 de aves, 400 de reptiles y más de 200 de anfibios. Algunas especies de árboles cuentan con centenas de años.  Esta biodiversidad es irremplazable y una garantía para el país y para todo el planeta en lo que se refiere al cambio climático.


 


LAS AMENZAS DE LA SELVA AFRICANA


 


Nadie ignora el importante papel que juega la selva tropical en la regularidad climática. No solamente protege contra las inclemencias climáticas y contribuye a la supervivencia de la población,  su existencia contribuye, en cierta medida, al equilibrio ecológico del planeta.


 


Durante los últimos decenios la selva tropical está cada vez más amenazada. En el centro de África se constata la explotación ilegal y la tala abusiva de árboles. Algunas maderas preciosas se exportan a por el mundo en beneficio de las industrias de los países desarrollados. Una de las causas de deforestación es la sobreexplotación de la selva,  donde en varios lugares se cultiva la tierra varias veces en la misma estación por razones comerciales y de consumo. El comercio de productos agrícolas y de  carne de caza ha aumentado estos últimos años muy por encima de los volúmenes viables para responder a las necesidades de la creciente  población de las aldeas. La utilización intensiva de carbón del bosque y de madera para la construcción de casas, empobrece la selva. En algunos lugares, la explotación desmedida  hace que la selva no pueda mantener el suelo y esto provoca la erosión. La deforestación es la primera causa de emisión de gases de invernadero a escala mundial.


 


CONSECUENCIAS


 


Este estado de cosas trae consigo consecuencias ecológicas, sociales y económicas: el calentamiento del planeta, el cambio en las estaciones, la brutal guerra civil, los numerosos conflictos tribales, la carrera para controlar los recursos naturales,  que ya ha costado la vida a tres millones y medio de personas. Varias especies están en vías de extinción. Los cazadores deben ir cada vez más lejos para buscar los puercoespines, los monos y las aves utilizadas en la cocina local. Está desapareciendo el pescado.  Y también las orugas de la selva, principal fuente de proteínas.


 


ACCIONES EMPRENDIDAS


 


Para hacer frente a estas amenazas, los pigmeos y los bantús de la segunda selva del mundo han tomado conciencia de la destrucción y realizado el mapa de su patrimonio natural. Esperan así impedir que las compañías se apropien de sus recursos y contribuyan al calentamiento del planeta.


 


La población ha tomado conciencia de la necesidad de reforestar. Más de 160 aldeas de la R.D. del Congo, con el apoyo de las instituciones de la localidad y la ayuda financiera de las ONGs internacionales, tales como: “Rainforeestán Foundation” están reforestando su hábitat. Otros proyectos similares se están desarrollando en los países vecinos. Uno de los objetivos, es obtener su parte en los financiamientos que  los países desarrollados han aceptado  darles para proteger la selva ecuatorial. (Conferencia de Copenhague de diciembre de 2010).


 


En la provincia de Badundu, donde están presentes las Hermanas de la Sagrada Familia, nos encontramos con dificultades. Intentamos concienciar a la gente, que está en torno a nosotras, para que respeten la naturaleza y damos ejemplo plantando árboles,  cuidando los árboles frutales, empleando la técnica de dejar descansar la tierra, practicando la jardinería, y la huerta. En algunos lugares animamos a los que construyen su casa con adobes, para evitar la deforestación. Pero son muchos los que todavía no comprenden la urgencia de tomar estas medidas.


 


En efecto la selva africana no debe considerarse como simple materia prima, al mismo nivel que otras riquezas mineras, sino como fuente de vida para la población mundial.


 


Christine Fene.Fene