Día Internacional de la mujer - Una reflexión

“Soy Mee, que quiere decir “bonita”, pero ahora no me veo bonita. Durante cuatro años he trabajado aquí, cosiendo zapatillas ...

 

Día Internacional de la mujer
Una reflexión

 

 

“Soy Mee, que quiere decir “bonita”, pero ahora no me veo bonita. Durante cuatro años he trabajado aquí, cosiendo zapatillas para la fábrica de nuestros jefes llamada NIKE.  Somos cincuenta  empleadas,  todas mujeres,  jóvenes y no tan jóvenes,  trabajamos desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la tarde,  y  algunas veces más,  si no están satisfechos con lo que producimos. El trabajo es duro. Me duelen los ojos y la cabeza porque no tenemos suficiente luz y el ambiente está cargado. Tengo el cuello rígido a fuerza de inclinarme sobre la mesa de trabajo y mis dedos están ásperos y me duelen de tanto empujar la aguja. La paga es escasa, apenas lo suficiente para comer mi hijo y yo.

Vivimos con mi madre, que trabaja lavando ropa a las familias ricas. Ayer ella dijo que las mujeres que viven en el barrio, estaban entusiasmadas por algo que ellas llaman "día internacional de la mujer". Pero nosotras siempre estamos demasiado cansadas para pensar en nada, y mi hijo siempre está triste.

Tal vez debería haber ido con Lien. Me rogó que fuera con ella. Estaba tan contenta de ir a Europa con su amiga. Ella dijo que iba a trabajar en un hotel,  y ganar un montón de dinero para ayudar a su familia y educar a sus dos hijos. Yo no me podía ir y dejar a mi hijo. Eso fue hace cuatro años. No hemos oído nada de Lien desde entonces. ¿Cómo ha podido olvidar a sus hijos?"

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“Soy Irma,  una mujer educada en Europa. Tengo éxito profesional,  trabajo en pie de igualdad con mis  colegas, hombres y mujeres. Esto lo debo a mis antecesoras feministas cuya tenacidad, coraje, creatividad e ingenio han hecho posible que yo viva así. En el Día Internacional de la Mujer hay que celebrar los logros de las mujeres en todo el mundo. Pero,  me recuerdo a mí misma, que no es suficiente que en el oeste las mujeres hayan  conseguido una relativa igualdad en la sociedad. A penas hay un país, ni siquiera en el Norte o en el Oeste, donde los derechos de la mujer estén plenamente reconocidos en cualquier esfera de la vida, y más notoriamente en la Iglesia. Por lo tanto, no debo estar satisfecha. La lucha no ha terminado.

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"Soy una mujer religiosa de la Sagrada Familia. En el Día Internacional de la Mujer puedo alegrarme con las innumerables heroínas de la vida diaria, que con tranquila valentía, están progresando en diferentes aspectos: sociales, políticos, económicos, y en la vida de la Iglesia,  a nivel mundial, y a veces en medio de grandes dificultades.

Pero, después de haber leído recientemente la chocante noticia de que una mujer trabajadora en China, que hace zapatillas para  NIKE tendría que trabajar 15 horas al día, 7 días a la semana, durante 7 siglos para ganar lo que el director general gana en un año. No puedo dejar de preguntarme si este día es más bien un día de tristeza y preocupación,  que de alegría y fiesta.

Por eso esta jornada nos recuerda la urgente necesidad de una acción colectiva mundial para promover los derechos de la mujer trabajadora, y lograr la igualdad de género. Me ha inspirado este artículo,  la invitación que nos lanza el Compromiso de nuestro Capítulo de 2008: “Elige la vida”.  Me he comprometido a buscar “con valentía y determinación las condiciones de vida que aseguren la dignidad de todos”: para Meen que sufre la explotación, Lien, la víctima del tráfico de mujeres, y para ayudar a Irma a liberarse. 

 


Sile McGowan