Apertura del Encuentro Continental

Bienvenidas al Encuentro Continental. Nos reunimos, los miembros del Equipo General y de los Equipos de Liderazgo de la Provincia/Red de América, para reflexionar juntas sobre cómo vivir nuestra responsabilidad a la luz del último Capítulo General y de nuestra realidad como Instituto.







Apertura del Encuentro Continental


Canadá 23-Septiembre-03 de octubre 2010


 


Os transmitimos algunos párrafos entresacados de las palabras de apertura que Margaret dirigió a las participantes.


Bienvenidas al Encuentro Continental. Nos reunimos, los miembros del Equipo General y de los Equipos de Liderazgo de la Provincia/Red de América, para reflexionar juntas sobre cómo vivir nuestra responsabilidad a la luz del último Capítulo General y de nuestra realidad como Instituto. Es significativo que este encuentro tenga lugar el año en el que celebramos 190 años de nuestra fundación. No hay duda de que, si el Fundador estuviera hoy aquí,  nos animaría, como lo hizo desde el principio, a "adoptar nuevas formas y nuevos medios" para responder a la realidad de este nuevo milenio. 


¿Podemos escuchar de nuevo al Fundador  que nos anima a "adoptar nuevas formas y nuevos medios" para la nueva realidad de hoy?


“Estamos cada vez más convencidas  de que la Vida Consagrada, del presente y del futuro, no es un vestido viejo al que se  ha intentado poner un parche con un pedazo de tela nueva, sino que es un vino nuevo que exige odres nuevos (Cf. Mc 2,18-22)”. Los líderes tienen la responsabilidad de facilitar y tratar de discernir junto con los miembros esos "odres nuevos".


“¿Desde dónde "engendrar"  para que nuestro Compromiso empeño-misionero surja de las "entrañas" y  desde un amor materno compasivo? ¿Dónde está el secreto de un amor  que nos lleve a revitalizar nuestra Vida Consagrada y abrirnos a todas las  generaciones, actualizando nuevas relaciones a  nivel  inter-personal, social, político y cósmico?”. 


Muchos dirían que la nueva vida religiosa que emerge lentamente, necesita un liderazgo espiritual enraizada en el Evangelio. 


“Un liderazgo que incluya y promueva dones y ricas experiencias de distintas generaciones en los institutos; un  liderazgo que gestione cambios a través de la escucha, el compartir, el discernimiento, la responsabilidad compartida y la apertura a voluntad de Dios que camina con la historia humana, el liderazgo profético, capaz de ver de otro modo la realidad presente, de expresar una visión del futuro creativa y esperanzadora. Un  liderazgo centrado en Cristo, que encarna con audacia la profecía que tiene por origen el amor: pasión por Dios y por la humanidad.


“Tenemos ante nosotros un papel profético que nadie podría haber imaginado hace cuarenta años. Pero a menudo toma la apariencia de un sendero oscuro: nadie ha pasado todavía por allí, nadie puede decirnos cómo actuar. Pero el Espíritu Santo, el Gran Punto de conexión, Él, Ella, nos guía y sabemos que podemos confiar en él.  


De alguna manera, estamos todavía y siempre al principio, en ruta hacia otra intensidad. Es vuestra responsabilidad, como líderes, tener esta visión, dar a vuestras comunidades la fuerza y la libertad de vivir en la esperanza”.


 Margaret Muldoon