21 marzo - Día Mundial de la Poesía

PARALELO

A flor que hoje eclode, amanhã já

Não existe

Mas o bem que hoje fazes para sempre

Ele persiste!

 A flor pequenina embeleza

E perfuma,

Para a vida futura não levas

Coisa alguma.

Pensa o presente, o passado, o futuro,

Assim a vida te dará seu fruto maduro!

O pássaro que trina na silente

Floresta

Não tem consciência disto, mas é

Uma  festa!

O sol que nasce e se põe cada dia, traz vida, calor,

Luz e alegria!

A chuva que rega a planta, também alimenta

E encanta

A gralha que recolhe o pinhão, também o enterra e esconde

No chão!

E quando se pensa que ela rouba

E destrói

Ela devolve a semente em nova planta

A nós!

Assim ela multiplica a araucária;

Refloresta de maneira simples,

Primária!

A vida é assim: tem suas

Surpresas.

Quando menos se espera, revela

As suas belezas!

(Irmã  Áurea da Silva – Brasil 12.12.2012)

 

MUJER, MADRE

Hay vivencias profundas, tan hondas

que, imposible

expresarlas con palabras...

me sumerjo en un baño,

activo, de silencio

para admirar, mujer, la luz que irradias.

 

En silencio, yo sueño…

te veo, mujer cual eres…

virtudes y defectos…

como persona humana…

pero… tienes rasgos inconfundibles

que, en diversos procesos te acompañan.

 

Preciosos rasgos, inherentes a ti

Ayer, hoy… mañana.

Mujer, madre, si tú me das permiso,

convoco en este día a todos los poetas…

amigos, elegid materia prima…

construid con ella una casa de dimensiones nuevas.

 

Cimientos firmes, fachadas naturales,

con puertas y ventanas siempre abiertas

para acoger y dar amor… a mares,

¡que no lo contaminen

esas mentes perversas!

 

Abrid, en lo más alto de la torre,

insignia universal… una bandera,

tejida con la paz y la armonía

capaz de destruir el odio que envenena.

 

Piso tierra… me despierto del sueño,

te veo, madre-mujer,

cogiendo esa bandera,

madre-mujer, con rostro de mi madre

infundiendo ternura a manos llenas.

 

Y… junto a ella,

los rostros de otras madres,

infinidad de madres,

de razas y culturas muy diversas

entrelazan sus manos,

transmiten energía:

es regalo del Cielo

que hasta nosotros llega…

 

Mujeres-madres,

cantad para los hijos pequeños y mayores

esas nanas sagradas

que duermen y despiertan,

y nos devuelven corazones sensibles,

rompiendo de una vez,

corazones de piedra.

 

Mujeres – madres, a vuestra cita, ahora,

acudamos en masa, poetisas y poetas

para entonar el himno, cuyas voces,

devuelvan la salud,

a nuestra Madre Tierra.

 

Mª Gracia Fernández Tejerina