Nuestras hermanas de Canadá tienen el gusto de compartir su manera de vivir este año de acción de gracias como preparación al bicentenario. Se alegran del entusiasmo que sienten en su preparación.
Todo el año celebrarán su historia, el ir y venir de sus raíces Sagrada Familia. Aquí encontraréis una síntesis de sus reflexiones.
SINTESIS REFLEXIÓN - FEBRERO
Elegimos hacer del año 2017, un año de agradecimiento, un año para recordar nuestra historia Sagrada Familia aquí, en Canadá. Es una hermosa historia, que la acogemos como “sagrada”, porque en todo momento, la Mano de Jesús se ha abajado para bendecirnos y su benévola Mirada no ha cesado de velar sobre nuestros inicios hasta hoy. ¿Cómo no dar gracias tomando tiempo para recordar los aspectos más destacados durante los 116 años recorridos en Canadá?
Solo Dios constituye una referencia de exigencia y la Sagrada Familia una referencia de amor que ayuda a que la exigencia se actualice.
Recordemos que la intuición primera del Fundador nació en una situación social y religiosa desgarrada por tempestades post revolucionarias. Puso todo su empeño y todas sus energías en congregar personas que tuvieran la misma pasión por vivir el Evangelio, por seguir al Jesús que se compadece de todo sufrimiento, preocupado por volver a tejer la familia de los hijos de Dios aislados por el miedo, dispersos por la violencia, pobres de una Palabra que rehaga la confianza.
Nuestras primeras Madres mujeres de valor, animadoras de diversas ramas, continuaron este impulso del Fundador en Francia y en el mundo. Vivieron también tensiones entre la Iglesia y el Estado. La Sagrada Familia estaba entonces en plena expansión
A su muerte en 1861, una cohorte de.340 religiosas, 297 Damas de la Sagrada Familia y 16.500 asociados laicos se comprometen en 2los lugares más estratégicos y varios se encaminaron por diversos rincones de Francia y varios países de Europa. La lectura de los Anales os mostrará la rápida expansión de la Asociación en diversos países de Europa.
Una serie de leyes, a partir de 1880 preparaba la ley del primero de julio 1901. Esta ley de Combes expresaba claramente a las Asociaciones religiosas el deseo de su extinción. La Sagrada Familia estaba entonces en plena expansión y aunque fue menos afectada que algunos grupos en Francia, las expulsiones habían liberado personal y fueron años de impulso misionero. Sri-Lanka, Sudáfrica (Lesotho) y luego Canadá y Brasil y varios países europeos.
El 2 de agosto 1901, se aceptó la fundación y se nombraron las fundadoras: 3 francesas, dos inglesas, dos españolas y una irlandesa. El 11 de septiembre embarcaron en el Havre en el Garth Castle. Experimentaron una travesía muy difícil y llegaron a Quebec el 29 de septiembre 1901.
En septiembre de 1903 llegaron seis Hermanas de la Esperanza.
En 1904 ya se presentaron cuatro postulantes y comenzaron sus primeros pasos en primer lugar en la calle Sherbrooke, y seguidamente en St Laurent. Se vio en ello una bendición del Señor para el futuro. De hecho, en 1951, año jubilar: la implantación canadiense contará con 170 religiosas repartidas en seis comunidades y lugares diferentes.
Nuestros comienzos echaron raíces en una vida de fe y de oración y pienso que la figura de Abraham puede ayudarnos a orar a Dios que nos lleva cada vez más allá, pero siempre a una tierra de bendición, de promesa.
«Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré…
Gn 12, 1-7; Gn 15,3-7
La oración de Abraham va siendo al mismo tiempo humilde y atrevida, Gn 18, 17-33.
La oración de intercesión de Abraham nos enseña algo importante para nosotros hoy de cara a la desafección de lo sagrado que encontramos por todo en nuestras sociedades. Tenemos la misión de intercesión: somos como los combatientes en la brecha, queriendo a toda costa que la misericordia del Señor se manifieste y sea acogida en todos los espacios en los que se todavía se lucha para que en los corazones triunfe el Amor sobre el mal. Y si sabemos escuchar, Él nos hará partícipes de sus planes sobre la historia de hoy con sus fluctuaciones y sus incertidumbres.
¿Estamos preparadas para escribir esta nueva página de nuestra familia en Canadá? Tendremos que salir de nuestras zonas conocidas, como Abraham, llevando como equipaje una fe inquebrantable en Dios que guía cada uno de nuestros pasos para que nuestros pies no tropiecen en los obstáculos de la incomodidad de los cambios y de las adaptaciones
Hermana Violette